domingo, 16 de enero de 2011

Reserva Nacional Río Clarillo


Llevo ya casi 2 años con auto, y aún hay lugares de los alrededores de Santiago que me falta por conocer. Hoy fui a uno de esos, la Reserva Natural Río Clarillo. Sinceramente, no esperaba mucho más que unos lugares de camping junto al río, pero me sorprendió gratamente.
Además de los sectores de camping, todos ocupados cuando llegamos pero que no teníamos intención de usar, tiene 4 senderos autoguiados para recorrer, todos con distintos puntos interesantes que hace que valga la pena visitarlos todos.
El primero por el que pasamos fue el más corto cercano a la entrada, dedicado exclusivamente a mostrar las diferentes especies de árboles que se encuentran en la reserva, y en la zona en general. Vegetación esclerófila, principalmente, como notamos por los montones de carteles que lo recalcaron. Entre los árboles, encontramos varios de uso en la cocina (pimiento, laurel, matico) y hartos barrios cercanas (quisco, algarrobo).
El siguiente sendero, justo frente a la salida del primero nos llevó a un centro de estudio ambiental, que se veía bonito de afuera pero lamentablemente estaba cerrado, a un mirador a 1.000 metros sobre el nivel del mar que daba una buena vista del cajón del río Clarillo y del valle al fondo, y por una zona un poco más húmeda de vegetación, lo que generaba más variedad. No esperaba toparme con muchos animales, pero me sorprendió toparme varias veces con una especie de lagartija tamaño familiar, que gracias a los instructivos carteles desplegados en las diferentes estaciones de los senderos aprendí que eran Liguanas. De paso, en este sendero me di un gran cabezazo con una rama furtiva que me dejó literalmente como Harry Potter. Ya puedo sentir como me van a molestar en la oficina, donde son tan ocurrentes (!)
El tercero fue el más largo, y el más bonito. Subía más alto que el anterior, pero por la otra ribera del río, y tenía muchos sectores abiertos desde donde apreciar el paisaje. En ese momento recordé que mi celular tomaba fotos, así que lo aproveché (antes solo use la Smena 8M, que está cargada en este momento con un rollo balanco y negro, lo que no era muy óptimo para un paseo de este tipo, diría que esos rollos hay que usarlos para fotografiar personas u objetos) creo que de buena manera.
La entrada al parque son $2.500, y si se quiere usar las zonas de picnic (bastante buenas y amplias, aunque sin lugar para asado) hay que llegar temprano porque se copan de gente del sector que va principalmente a aprovechar el río para refrescarse un rato.
Próxima semana, Laguna Aculeo, Santuario de la Naturaleza El Arrayán o quizás las Melosas en el Cajón del Maipo. Ojalá ese viaje lo haya ya con cámara de fotos nueva y la aproveche.







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